En los inicios del siglo XXI el
metalcore se puso de moda en la juventud próxima al metal mientras los fans más clásicos quedaban horrorizados y clamaron al cielo.
Fue cuando surgieron bandas como Trivium, Bullet For My
Valentine y, quizá la que mejor ha madurado de todas ellas, Avenged
Sevenfold. Avenged surgió de unos amigos de instituto que se
pusieron nombres guays como el cantante M. Shadows, el batería The
Rev o el guitarrista Zacky Vengeance. Pronto se fueron sumando al grupo otros
apodos guays como el bajista Johnny Christ o el guitarrista Synyster
Gates. Estos chicos se convirtieron en solo dos discos en los
referentes del metalcore y por el camino ganaron adeptos y haters.
Sin embargo, con su tercer disco City
of Evil decidieron dar un cambio de estilo a su sonido para volver a un
heavy metal más clásico y una forma de cantar más limpia, eliminando el uso de gritos que tanto les había
caracterizado en el álbum anterior: Waking the Fallen. Su
intención era ser más melódicos y más fieles a las bandas que más
les habían influido como Gun's Roses, Iron Maiden o Pantera. El
resultado fue un gran éxito comercial y también contaron con la aprobación de la
crítica. Avenged pasó del denostado metalcore y se abrió al heavy
más clásico, convirtiéndose en una de las bandas que más
seguidores reclutaba en los institutos.